Publicado y traducido por la firma Winter – Dávila & Associés
París, 3 de octubre de 2022.
Autor: Cindy Johnson
Posee un Máster 2 en DROIT DU SPORT por la Université Aix-Marseille. Trabajó en el LOSC de Lille en el marco de sus prácticas de fin de estudios, luego fue jurista en AS SAINT-ETIENNE durante 5 años, jurista y responsable de calidad en SPORTFIVE INTERNATIONAL (GROUPE LAGARDERE) en Ginebra durante 4 años, y asistente jurídica en FONTANET ET ASSOCIES en Ginebra durante 3 años.
Desde agosto de 2020, es la Directora Jurídica del Toulouse Football Club.
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Observar, escuchar, preguntar, analizar, proteger, asegurar, resolver… buscando siempre el equilibrio jurídico más eficaz y sostenible. Estas son mis misiones como jurista. Las realizo, sin magia ni idealismo, pero cuestiono, perturbo, incluso molesto a veces, porque también puedo ganar tiempo, relativizar, condicionar y en raras ocasiones, prohibir.
Como Directora Jurídica del Toulouse Football Club, defiendo el papel decisivo de mi departamento dentro del club.
Con demasiada frecuencia oigo decir a la gente que los profesionales del derecho sólo pueden decir “no”, bajo el pretexto de una aplicación estricta del Estado de Derecho, y que por lo tanto son un “freno” para la realización de proyectos empresariales. ¿Podría ser esta la razón por la que los abogados rara vez participan en el momento oportuno en la organización estructural y decisoria de los proyectos? Todos estos son prejuicios falsos y contraproducentes. Pero hay que llamar al jurista en el momento adecuado. No estamos sólo para resolver problemas o gestionar disputas. Sobre todo, somos indispensables para prevenir las dificultades, mitigar el riesgo y evitar el fracaso.
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Mi Departamento está en interacción diaria con todos los empleados del Club. Redactar un contrato de asociación, un contrato de trabajo, un acuerdo de patrocinio, gestionar los contratos de seguros, proteger nuestra propiedad intelectual, defender los intereses del Club ante los distintos tribunales civiles o penales, gestionar las cuestiones de Recursos Humanos y las solicitudes de personal, analizar distintos y variados expedientes y proyectos en consulta con los Departamentos de Negocio (Ingresos, Patrocinio, Marketing), gestionar y supervisar los aspectos jurídicos de las operaciones de transferencia de jugadores profesionales, analizar y aplicar la normativa aplicable a nuestro sector de actividad, etc. No es necesario elaborar una lista exhaustiva de las misiones que se nos confían. Es imposible enumerar todas las tareas que tenemos que realizar, sobre todo porque nuestro trabajo diario está impulsado por la dinámica del Club, sus proyectos y sus ambiciones. Cada día trae consigo nuevos retos.
Pero estos nuevos retos también deben asumirse a la luz de los problemas sociales a los que nos enfrentamos. ¿Qué tema no tiene una relación directa o indirecta con la ley? ¿Qué problema no intentamos resolver recurriendo, en algún momento, a una respuesta jurídica? Entonces, ¿por qué debería ser diferente en el sector del fútbol profesional? En un momento en el que nos enfrentamos a temas delicados de los que se ocupan los medios de comunicación, como la violencia, la discriminación y los problemas medioambientales (si tuviéramos que mencionar sólo algunos), ¿cómo no utilizar las herramientas jurídicas para intentar encontrar, si no soluciones, al menos instrumentos de reflexión, supervisión y, en última instancia, represión?
Todo es jurídico, bien porque el empleado que se pone en contacto con nosotros está convencido de la importancia de nuestros conocimientos, bien porque se encuentra en una situación en la que no tiene más remedio que pedirnos que intervengamos o, finalmente, porque sin saber a quién dirigirse realmente, es obvio (…) que el Departamento Jurídico tendrá la respuesta. Todo es ley.
Partiendo de esta premisa, he “modelado” mi Departamento como el que debe apoyar todos los servicios del Club. Vivimos lo más cerca posible de todos nuestros interlocutores, por lo que medimos el “pulso” del Club en cada momento, para dar respuestas y soluciones, teniendo en cuenta los posibles vínculos, intereses y/o conflictos que esto pueda crear internamente o con respecto a nuestros socios externos. Trabajamos a la sombra de las brillantes ideas de algunos, a la sombra de los proyectos mediáticos de otros, a la sombra de la efervescencia general de la Institución TFC.
Sin embargo, intentamos, a petición, por anticipación o por reacción, ser el vigilante jurídico, social y mediático de todas las actividades, iniciativas y reflexiones de los empleados. Así, nuestras misiones se estructuran en torno a tres ejes: (i) concretar y asegurar el proyecto deportivo, (ii) apoyar la actividad empresarial, y (iii) fomentar y aplicar la cultura de la empresa y su política de recursos humanos.
Así, si sólo citara estos ejemplos, estamos trabajando en el uso de los vehículos legales adecuados para permitir la consecución de muchos de los objetivos financieros fijados en los presupuestos anuales del Club. Aseguramos ciertas etapas de las operaciones comerciales, de marketing y de comunicación. Redactamos y validamos los instrumentos legales necesarios para completar los traspasos de jugadores profesionales. Garantizamos la protección y defensa de la marca del Club. Contribuimos a la implantación de la cultura corporativa, velando por que los valores que defendemos se ajusten también a las normas legales. Nos aseguramos de que ningún fallo o error empañe un resultado deportivo. Defendemos los intereses del Club en todas las situaciones contenciosas.
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La institución TFC debe ser capaz de “crecer” sin temor a que se le pidan cuentas, y nuestros empleados deben estar orgullosos de pertenecer al proyecto defendido por Redbird Capital Partners.
Por tanto, no sin dificultad, debemos imponer la dinámica legal en la mente de nuestros empleados. Llamar a nuestra puerta sólo cuando surge un problema o una disputa es contraproducente. No todas las ideas son ideales para desarrollar en ciertos aspectos. No todos los proyectos son buenos para considerarlos desde este punto de vista. Más allá del coste financiero, también es necesario considerar los impactos en términos de responsabilidad, obligaciones, condiciones, repercusiones legales en otros niveles del club, a corto, medio y largo plazo. En última instancia, la decisión debe ser la más adecuada. Los riesgos, si los hay, serán entonces plenamente asumidos y gestionados.
La contractualización de una operación de transferencia es un ejemplo sintomático. El Departamento Jurídico interviene al final de un largo proceso de supervisión, análisis de datos y decisiones estratégicas. Como parte de las negociaciones en curso, participamos en la redacción de todos los documentos contractuales que ratificarán meses de trabajo. Por lo tanto, esta etapa es crucial. Si un documento contractual no es válido, la transferencia no tendrá lugar. Acuerdo de traspaso, contrato de trabajo, acuerdo de agente deportivo… todos estos acuerdos deben preservar los intereses defendidos por cada parte, donde las consideraciones financieras pueden ser diametralmente opuestas. De acuerdo con las normas estatales y las disposiciones de la FIFA, una operación de traspaso es, por tanto, una fuente de considerable gimnasia intelectual y jurídica, en relación con cuestiones estructurales: aspectos financieros, vida profesional del jugador, obligaciones recíprocas, cobertura mediática, etc. Por ello, el Departamento Jurídico se encarga de favorecer un clima tranquilo de negociación y contractualización, interactuando con todos los protagonistas, para que el “mercato” esté en consonancia con el proyecto deportivo.
¡Interacción! Sin ella, mi trabajo es inútil. La comunicación y la colaboración son esenciales para el equilibrio que tengo que crear para afrontar los retos de mi departamento.
La vida de un club de fútbol profesional pone de manifiesto las divisiones, por no decir los antagonismos. Fútbol amateur y profesional, exposición mediática y trabajo entre bastidores, sociedad y asociación, sectores administrativo y deportivo, diferencias salariales significativas e igualdad de género. Es absurdo negar que el Club vive para su equipo profesional y sus resultados deportivos, pero es igualmente absurdo negar la importancia vital del trabajo, la implicación y la inversión del resto de su plantilla en el proyecto general del Club. Uno no puede existir sin el otro, uno no puede vivir sin el otro, uno no es lo que es sin el otro.
Por lo tanto, es fundamental mantener la coherencia de la gestión. Todos deben “cohabitar” en un mundo profesional que fomenta las comparaciones, las frustraciones, las desilusiones, pero también el ego, la condescendencia y la arrogancia. Mantener el sentido de pertenencia a un proyecto que supera estas divisiones y las mitiga, sin negarlas, es fundamental. Para ello, debemos adaptar nuestra gestión en función de las emociones y los sentimientos de nuestros empleados. Se trata de aceptar una realidad e integrarla en nuestra cultura corporativa, definiendo así nuestros valores a través del prisma de nuestra inteligencia emocional. Se trata de un verdadero reto que mi departamento debe asumir en el seno del Club a la luz de las obligaciones sociales impuestas por nuestra legislación, y en cumplimiento de la política de Recursos Humanos que hemos definido.
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Soy plenamente consciente de la responsabilidad asociada a las tareas que se me encomiendan en el Club. Como jurista, sabemos que una cláusula mal redactada, una interpretación descontrolada o una decisión poco meditada pueden tener graves consecuencias. Pero por todo ello, soy apasionada y decidida. Me apasiona este trabajo, que me exige constantemente, por paradójico que parezca: análisis, abnegación, control, cuestionamiento, conciencia de los demás (y de mí mismo), gestión de las relaciones, empatía y autoridad. Y decididos a actuar al servicio del Club, para proporcionarle apoyo, seguridad y confianza, todo lo cual es esencial para la consecución y el logro de nuestros objetivos.
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Idioma original del artículo: Francés
AVISO LEGAL: Este artículo ha sido preparado sólo con fines informativos. No es un sustituto de asesoramiento legal dirigido a circunstancias particulares. No debe tomar o abstenerse de tomar cualquier acción legal basada en la información contenida sin primero buscar asesoramiento profesional, individualizado basado en sus propias circunstancias. La contratación de un abogado es una decisión importante que no debe basarse solamente en anuncios.
Este artículo ha sido publicado por la firma Winter – Dávila & Associés, sociedad con sede principal en París, compuesta de abogados en Francia que hablan español, especializados en arbitraje internacional, derecho corporativo, derecho deportivo y representación en general.
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